Una
lágrima cayó en medio de la cafetería,
la
camarera con un vaso se acercó a recogerla,
pues aun
creía en el poder de la magia,
en que
derramarla en medio de una guerra,
supondría
el fin de ésta,
con toda
su temeridad encendió la tele
y se fue
a la primera guerra que el informativo
ese día
emitió,
allí en
medio se plantó,
balas por
un lado
balas por
el otro,
la
lágrima en un vaso,
su
tristeza no había manera de frenarla,
las balas
dieron a la chica en todas las partes de su cuerpo,
la
lágrima cayó sobre ella,
sin ganas
de terminar este poema
porque no
hace más que morir gente
que no
tiene la culpa de nada.
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